Electra

de Sófocles. Dirección Eduardo Schinca

Estreno: 1984. Teatro Solís

Los tristes años de la guerra del Peloponeso dejaron sus huellas en Sófocles. Con la creciente barbarie de la guerra, el poeta ha acabado por entender el afán de venganza y la dureza de corazón que vienen del mucho meditar los agravios sufridos. Asi crea la "Electra", visualizando desde el prólogo, y en cada episodio, esa necesidad de volver a reinstaurar el Derecho y la Justicia.

Recurre a la vieja leyenda (¿o historia?) contada ya por Homero, llevada a la escena por Esquilo en "la Orestíada" y quizás ya antes, dramatizada también por Eurípides en su tragedia homónima.
En Micenas se ha trastocado el orden: se han transgredido el Derecho y la Justicia.
Agamemnón ha sido  asesinado, y sus asesinos detentan el poder.
Desde que Pélope recurre al engaño y al crimen para conquistar la mano de Hipodamia (y por ende el trono) precipita al mar a Myrtilo en su carro de oro, la maldición cae sobre su descendencia.

Una sucesión de horrendos crímenes jalona el camino hacia el poder: Tiestes y Atreo, hijos de Pélope, asesinan a su medio hermano Crisipo. Luego Tiestes seduce a la esposa de Atreo. Este, fingiendo reconciliarse con su hermano, lo invita a un banquete: los dos hijos de Tiestes, asesinados por Atreo, son la comida que sirve al huésped. Horrorizado, Tiestes maldice a Atreo y a su descendencia: la maldición cae sobre sus dos hijos, Agamemnon y Menelao. - Pasan los años.-

Agamemnón toma como esposa a Klytemnestra, y Menelao, a su hermana Helena. Paris rapta a Helena. Se desencadena la guerra de Troya. Agamemnón parte contra Troya al frente del ejército heleno, después de verse obligado a sacrificar a su hija Ifigenia - en Aulide-.

Durante su ausencia, Egisto, hijo de Tiestes, nacido de la unión incestuosa, seduce a Klytemnestra y reina junto a ella en Micenas.
Diez años después, Agamemnón regresa triunfante: los griegos han destruído Troya - Egisto y Klytemnestra lo asesinan y mutilan el cadaver.
La muerte de Agamemnón  debe ser vengada por el hijo varón.

Electra ha alejado a Orestes niño en Micenas, y ahora espera el momento de la venganza.
En este punto es donde Sófocles inicia su tragedia. En el prólogo, queda planteado todo el asunto: Orestes regresa, por orden de Apolo, para restablecer el Derecho y la Justicia. Deberá matar, con astucia, a los asesinos de su padre.
Electra se lamenta frente al coro  de los males que sufre: su esclavitud, el hambre, los malos tratos.
Se enfrenta a su hermana Crysótemis. Esta convive con los enemigos y saca partido de su situación.
Electra le recrimina su actitud: debería ser como ella, una presencia que perturba, que atormenta a los culpables; una contínua protesta, un no rotundo a los falsos argumentos de Klytemnestra y Egisto para justificar la presencia en el trono de Micenas.

Electra pone un espejo ante Crysótemis, ante Klytemnestra. Cada una tendrá que verse como es y no como quiere mostrarse.
Klytemnestra no podrá seguir esgrimiendo el sacrificio de Ifigenia para justificar su crimen.

Quedan al desnudo su lujuria y su ansia de poder. Quedan al descubierto la ambición y la cobardía de Egisto. Y el miedo de ambos. Saben con Heráclito que "el sol no puede transgredir sus medidas, y que si lo hace, las furias  lo perseguirán hasta que la Justicia se restablezca".

Saben que "todo paga retribución por la injusticia, de acuerdo con la ordenanza del tiempo". (Anaximandro). Orestes castiga a los asesinos, y el Derecho vuelve a reinar el Micenas.

 

Elenco: Delfi Galbiati, Cristina Machado, Estela Medina, Susana Bres, Marina Sauchenco, Levon, Gloria Demassi, Elisa Contreras, Claudia Rossi, Celia Palacios, Elena Brancatti, Martha Ferraro, Marianella Hernandez, Virginia Mendez, Roberto Jones, Claudio Solari

Escenografía y vestuario: Claudio Goeckler

Iluminación: Carlos Torres

Música: Renée Pietrafessa

Soprano: Alicia Pietrafesa

Traspuntes: Alejandro Rey, Daniel Pérez

 

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