Kiev

de Sergio Blanco. Dirección Mario Ferreira

Estreno: 11 de enero de 2007. Teatro Solís

Una década o casi. Una casa señorial que fue escenario de sus vidas. Una piscina de aguas tan poco claras como el pasado. Una familia que regresa. Y la muerte, las certezas, la incertidumbre. En la superficie todo parece estar igual, o casi. Sin embargo, en la profundidad turbia de lo quieto, las preguntas no terminan de licuarse, de transformarse en simple agua que desagüe. Por eso las preguntas se levantan, se revuelven, se hacen ola que embate la precaria arquitectura de las respuestas. Como un aguijón que se hunde en el párpado que mira, el veneno parece estar condenado a navegar por las venas oscuras que hay en cada uno y empozarse hasta paralizar el alma. Kiev, de Sergio Blanco - La vigilia de los aceros o la discordia de los Labdácidas, (1998); Die Brücke, (1999); Slaughter, (2000); .45 , (2002); Kiev, (2003); Opus Sextum, (2004) y diptiko (vol. 1 y 2), (2005)-, es una exploración al interior de los sentimientos, los secretos y el tejido de relaciones de una familia en cruenta implosión. El propio Blanco calificó a sus personajes como ''terriblemente monstruosos. Reflejos de una comunidad también monstruosa. Sólo son capaces de hacer el mal. Sólo piensan en la velocidad con la cual aplastar al otro... Se destruyen ( ). Se golpean. Se violan. Se ignoran. Se ahorcan los unos a los otros con los cordones de sus zapatos... Y sin embargo son inocentes. Simplemente reproducen la violencia de nuestras sociedades actuales en las cuales triunfa la ley liberal del más fuerte, que es uno de los principios más violentos que pueden regir una comunidad. Ellos no son los culpables de los crímenes que comenten. Son los ejecutores, pero no los autores''. La forma de su escritura, argumenta Mario Ferreira, su director, cuyas últimas direcciones con la Comedia Nacional fueron El Último yanqui, de Arthur Miller y El viento entre los álamos de Gérald Syblerás-- , recuerda en parte al Miller de la edad mediana, por la densa y dramática fortaleza de los vínculos entre los personajes, por sus diálogos afinados que parecen optar, sostiene el director, por llegar al extremo de su significación, ahorrándose la supuesta comodidad de la tibia medianía. Esta es la segunda vez que la Comedia Nacional pone en escena una obra de Sergio Blanco, luego de que en 2003 Alberto Rivero escenificara Calibre .45 .

Elenco: Gloria Demassi, Andrea Davidovics, Jorge Bolani, Lucio Hernandez, Diego Arbelo, Gabriel de Souza, Mariano Prince, Claudio Quijano

Esceongrafía: Adán Torres

Vestuario: Diego Aguirregaray

Iluminación: Martin Blanchet

 

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