Homenaje a Alberto Candeau

28/11/2013 | A 30 años del histórico acto en el Obelisco, Antel designó con el nombre de “Alberto Candeau” al edificio donde funciona el Centro de Entrenamiento y Desarrollo de la empresa.

El edificio ubicado en la Av. Uruguay 1177 fue designado con el nombre del destacado actor uruguayo, al tiempo que se descubrió una placa recordatoria e imágenes de su persona y del acto en el Obelisco de los Constituyentes, donde leyó la recordada proclama en pro de la democracia.

En esta emotiva ocasión se hizo presente la presidenta de Antel, Ing. Carolina Cosse; el vicepresidente de la empresa, Ing. Pablo Barletta; la directora de la Comedia Nacional, Margarita Musto, los fotógrafos Nancy Urrutia y José “Pepe” Plá, autores de las fotografías; la sobrina del actor, Alicia Cadenas, y el elenco de la Comedia Nacional, donde el actor tuvo una destacada participación.

Había que ponerle un nombre y elegimos el mejor

Cosse, agradeció en nombre de Antel a la familia de Alberto Candeau, a los artistas presentes y a los funcionarios de la empresa.

Recordó que el edificio se inauguró hace un año “para ser un centro de educación, desarrollo e investigación tecnológica, y había que ponerle un nombre y elegimos el mejor”, a 30 años de aquel maravilloso acto de todos los uruguayos.

“Es un centro de innovación y creatividad, que es a lo que apunta Antel, al trabajo con nuestro pueblo para lograr un Uruguay creativo, todo lo que hacemos es para eso. Este es un edificio vivo, lleno de proyectos innovadores, al igual que Antel, viva y llena de proyectos nuevos”.

Resaltó la importancia de construir juntos en democracia, defendiendo la libertad en el imperio de la Constitución y las leyes que son la garantía principal, de lo más valioso del ser humano que es la libertad.

El orgullo de pertenecer a la profesión

Musto señaló que la Comedia Nacional, sus actores y demás integrantes “aprecian profundamente la fineza de este gesto, de poner el nombre de un actor a este edificio”.

Destacó que los actores sienten, cada vez que escuchan las palabras de su colega, “el orgullo de pertenecer a la profesión porque, a través de la voz de Candeau y como solo un gran actor puede hacerlo, pudimos ver cabalmente reflejados todos los sentimientos de un pueblo que estaba diciendo: ‘Basta, hasta acá llegaron’”.

“Candeau no nos hizo oír la proclama, nos hizo vivirla. Puso lo mejor de su oficio, de sus conocimientos y su sensibilidad para expresar todos los matices de lo que fue vivir bajo la dictadura”.

La directora del elenco oficial destacó que “es un ejemplo que nos recuerda el compromiso del ejercicio de nuestro arte, que logra su máxima grandeza cuando es conciente que está al servicio de la comunidad”.

Nos seguimos emocionando

Delfi Galbiati, quien fuera actor de la Comedia Nacional, relató anécdotas de Candeau de las épocas en que compartieron escenario o de las obras en las que fue dirigido por el maestro.

Sus recuerdos sobre la figura de su colega hicieron a los presentes emocionarse sin perder la cuota de humor.

Subrayó que “esa voz del río de la libertad fue como un toque mágico en la figura de Candeau; lo escuchamos y nos seguimos emocionado porque era la voz del pueblo. Eso lo inmortalizó”.

Resaltó su coherencia artística y personal, así como la generosidad en el escenario y como maestro. “No escatimaba su sabiduría”, aseguró.

La humanidad del momento

Urrutia relató que el 27 de noviembre de 1983, el día del acto en el Obelisco de los Constituyentes también fue su inicio como reportera gráfica, “aún así mi debut quedó ensombrecido por el tamaño de lo que el pueblo uruguayo llevó a cabo ese día. Todavía resuena en mí la voz increíble de Candeau, esa voz grave y profunda que nos erizó la piel y aún hoy nos eriza”.

“Ese día tuve que luchar con mis emociones, controlar mis manos y enfocar mis ojos, alguna lágrima se me escapó. Tanto sentimiento junto fue el primer obstáculo que tuve como reportera”.

Para finalizar citó una frase del fotógrafo Robert Frank: “hay una cosa que una fotografía debe contener: la humanidad del momento”.

Solo seis negativos

Plá, quien entonces trabajaba en el semanario Aquí, narró los entretelones de cómo tomó la emblemática foto de “el río de libertad”.

Rodeado de policías, estuvo cinco minutos arriba de un edificio y sacó solo seis negativos.

Contaba con pocos recursos, “era de un medio chico, y de alguna manera era una pelea personal con los diarios grandes. Por ejemplo, por arriba nuestro pasaba el avión de El Día para sacar imágenes”.

Un ser humano excepcional

Alicia, sobrina de Candeau, contó que ella era como una hija para “Alberto y Tina”.

Recordó los tiempos en que su tío la llevaba al teatro cuando ella era muy pequeña, y le hizo descubrir los secretos y entretelones del mundo artístico.

Sobre su tío, dijo que era “tierno, cariñoso y respetuoso”, “un ser humano y una persona excepcional”.

Reseña biográfica

El destacado actor uruguayo nació en Montevideo, el 11 de octubre de 1910. Comenzó su carrera en pequeños grupos teatrales hasta su incorporación en el elenco dirigido por Carlos Brussa.

En 1947, fue convocado por Zavala Muniz y Ángel Curotto para llevar adelante un emprendimiento teatral con recursos públicos: la Comedia Nacional. En ese momento se encontraba en Buenos Aires, donde trabajaba, desde 1938, en la Comedia Nacional Argentina con sede en el Teatro Cervantes.

Regresó al país y, gracias a su reputación, fue uno de los pocos actores directamente contratados por aquella compañía incipiente. A partir de ese momento, la relación entre Candeau y la Comedia Nacional se extendería hasta el fin de sus días.

Apasionado por la obra de Bertolt Bretch, dirigió la sede montevideana de la casa que lleva el nombre del prestigioso dramaturgo alemán.

Además de actuar y dirigir en la Comedia Nacional, estuvo vinculado a instituciones independientes, como El Galpón, y fue uno de los pioneros del cine nacional, con su participación en la película “El pequeño héroe del Arroyo de Oro” y otros proyectos.

Su figura permanece en el recuerdo de los uruguayos por aquella jornada histórica, del 27 de noviembre de 1983, en la cual Candeau  puso su voz a la proclama leída ante medio millón de personas en el Obelisco en defensa de la democracia.

Rodeado de figuras de todos los partidos políticos, solicitó en nombre de los ciudadanos uruguayos el restablecimiento de la República .

En uno de los pasajes más recordados señalaba: “¡Compatriotas!: proclamemos bien alto y todos juntos, para que nuestro grito rasgue el firmamento y resuene de un confín a otro del terruño, de modo que ningún sordo de esos que no quiere oír diga que no lo escuchó: ¡Viva la Patria! ¡Viva la Libertad! ¡Viva la República! ¡Viva la Democracia!".

Candeau falleció el 22 de enero de 1990.

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