La alondra

de Jean Anoilh. Dirección Eduardo Schinca

Estreno: 1975. Teatro Solís

EL MISTERIO DE JUANA

El juego teatral que vamos a representar, no explica en absoluto el misterio de Juana. El encarnizamiento de los espíritus llamados modernos por explicar los misterios es una de las más ingenuas, de las más tontas actividades del cerebro humano. Esa actividad no da otra satisfacción que la que tiene un niño que por fin llega a descubrir que su patito mecánico está hecho de ruedas, tres resortes, y un espiral. El niño tiene en sus manos tres resortes, dos ruedas y una espiral - objetos tranquilizadores- pero ya no existe el patito a cuerda. Y tampoco  tiene una explicación- Por mi parte, me niego a  explicar a los niños cómo funciona un juguete, aun conociendo su mecanismo. En el caso de Juana, ni siquiera lo conozco. Cuando quiero ser razonable, pienso que el fenómeno Juana estaba preparado socialmente, política y militarmente; una pastorcita, una de las innumerables pastorcitas que vieron a la Virgen o que oyeron voces - y que por casualidad se llamaba Juana - vino a ocupar el sitio vacío en el engranaje y todo empezó a gritar. Si no hubiese sido ésta, se hubiera encontrado otra; hubo candidatas antes, y las hubo después. Una vez quemada se la reemplazó por un pastorcito de Landes, que también logró algunas victorias y que también fue tomado prisionero y quemado sin que jamás se haya pensado hacer de él un héroe  o un santo.

Para la hipótesis familiar a los católicos de que Dios se ocupaba de Francia enviándole a Juana para salvarla, me importa señalar, y sin querer sacar ninguna conclusión, que Juana fue reconocida oficialmente santa y no mártir. Fue canonizada por la excelencia de sus virtudes teologales y no porque hubiese muerto por su fe ya que ésta se confundía con la causa de Francia, lo que aún en 1920 no pareció admisible del punto de vista del Vaticano. Juana es, por lo tanto, una santa que murió en una historia política, y Dios no había tomado partido contra Enrique VI de Lancaster. Todo esto no es más que una explicación tranquilizadora. Pero basta leer una respuesta de Juana en el proceso, una verdadera, una simple respuesta, y todo se desploma, como se desplomó la dialéctica de setenta jueces que se encarnizaron durante meses contra esta muchachita fatigada, mal alimentada, pálida y extrañamente obstinada. No hay explicación para Juana.

Jean Anouilh

Elenco: Estela Medina, Dumas Lerena, Enrique Guarnero, Delfi Galbiati, Juan Jones, Horacio Preve, Elena Zuasti, Marina Sauchenco, Susana Bres, Omar Giordano, Jaime Yavitz, Camilo Bentancur, Jorge Triador, Nelly Weissel, Mario Palisca, Eugenio Zares, Pedro Corradi, Claudio Solari, Cesar Indarte, Alberto Rowinsky, Julio Molosce, Luciano Rivero

Bocetos de escenografía: Pedro Alonso

Bocetos de vestuario: Mirta Nadal de Badaró

Iluminación: Carlos Torres

Ayudantes de escena: Domingo Pistoni, David Nirenberg

Asistentes de escena: Pedro Martínez Marta, Lía Schauer

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