La Comedia Nacional: un acercamiento a sus orígenes

El nacimiento de la Comedia Nacional, a la distancia aparece con mayores fortalezas que dificultades, de esas fortalezas se escribe la historia de un elenco que forma parte de la identidad de los montevideanos y los uruguayos.

Hablar de la Comedia Nacional, de su historia, es hablar en parte de la historia del Teatro Solís.

El proyecto de creación de un elenco teatral de carácter oficial parecía naufragar en un debate parlamentario dilatando su concreción.

Lo que era hasta entonces una aspiración superó las trabas por el apoyo del Intendente de Montevideo Dr. Andrés Martínez Trueba, al constituirse por decreto municipal Nº 1200 del 17 de abril de 1947, una Comisión de Teatros Municipales, con el cometido específico de crear un elenco oficial: la Comedia Nacional.

La primera Comisión de Teatros Municipales estuvo integrada por Justino Zavala Muniz en calidad de Presidente, Ovidio Fernández Ríos, Vice Presidente, Carlos Etchegaray, Secretario, César Farrel, Tesorero, Julio Caporale Scelta, Vocal.
La Comisión habiendo tomado posesión de su cargo el 21 de abril, en su segunda sesión designó aAngel Curotto, Gerente General de los Teatros Municipales y a Domingo Gallichio y Orlando J. Casiraghi en la Administración General.
Fue lógico y natural que el nuevo elenco encontrara lugar en el escenario del Solís, desde 1937 propiedad municipal.

El nacimiento de la Comedia, a la distancia aparece con mayores fortalezas que dificultades, de esas fortalezas se escribe la historia de un elenco que forma parte de la identidad de los montevideanos y los uruguayos.
Se puede preguntar el por qué de la necesidad de un elenco oficial estable en el Uruguay de fines de los ´40. 
Oscar Serra, integrante del actual elenco de la Comedia y estudioso de la vida institucional de ésta explica «La creación de la Comedia Nacional, se concreta al coincidir una serie de factores desencadenantes: la necesidad latente en el público (en momentos en que la política peronista hacia nuestro país impedía la asidua llegada de elencos); la experiencia recogida en intentos anteriores; la agremiación de los actores profesionales; la conformación de la Casa del Teatro; aunque lo determinante fue la adquisición de dos salas teatrales por parte de la Intendencia de Montevideo, y que fueran confiadas a hombres de acción, conocedores del medio teatral, vinculados además a las altas esferas oficiales donde encontraron espíritus sensibles a sus proyectos.
Otro factor fundamental, sin duda, fue el alto nivel de participación orgánica de la gente de teatro para instrumentar las bases de la Comedia Nacional, lo que posibilitó que no se tomara el proyecto como otra temporada esporádica más o menos prolongada e interesante dentro del período político; planificando, en cambio, con carácter de permanencia y sentido de futuro». 
(*I)

Jorge Abbondanza se refirió así a los orígenes del elenco, «... la Comedia Nacional nació en el cordial Montevideo de 1947, como reflejo de una etapa de la cultura nacional donde también florecía el cineclubismo, empezaban a brotar elencos de teatro independiente, se afianzaba el prestigio de las temporadas sinfónicas, emergía el empenachado grupo de intelectuales que más tarde se conocería como Generación del 45 y aparecía el Salón Municipal de Bellas Artes, como variados índices de la expansión que se respaldaba en una vitalidad colectiva y tenía sus ecos en un periodismo especializado de creciente rigor». (*II)

De lo expuesto por Serra y Abbondanza, incuestionable, parece necesario subrayar dos ideas fundamentales: el carácter de permanencia y sentido de futuro que sin duda le dieron sus gestores a esta empresa y el intento de búsqueda y afirmación de una identidad nacional a través de un teatro que buscaba - sin dejar de ser rioplatense - ser teatro uruguayo.
Un teatro que fuese instrumento de inclusión social, a través de textos referidos a lo propio o de textos universales, que presentados con la sensibilidad de lo propio lograsen ese objetivo.
Pero esa inclusión social no debe pensarse sólo desde el público, sino también desde las perspectivas y posibilidades expresivas y laborales de dramaturgos, actores y técnicos teatrales.

Justino Zavala Muniz, lo expresaba en el seno de la Comisión. 
«Nuestros autores no encuentran el medio social que les permita el desarrollo de su vocación. (...) En términos generales, es Buenos Aires quien ha sostenido las posibilidades de creación porque el dramaturgo, cuando ha finalizado su obra, sólo está en una etapa de media creación. Llegará a la creación total, cuando su obra la realice, cuando esté pronta para ponerse en escena». (*III)

La misma convicción y preocupación por las posibilidades que la Comedia debía dar al autor nacional la expresaba en una carta que dirigía en 1958 al entonces Vice Presidente de la Comisión de Teatros Municipales (*IV), Andrés Percivale, en respuesta a un ofrecimiento, que le proponía iniciar esa temporada con su obra Fausto Garay, un caudillo y que Zavala contestaba agradeciendo la propuesta en estos términos: «No sería justo, pues, que un escritor en mis condiciones, con todas sus obras estrenadas, le quitara una fecha a algún joven de talento que no ha podido ver aún su obra sobre la escena. A ellos, a los aún inéditos, a su nueva obra, debemos abrirles todos los caminos. Yo me complazco en colaborar, aunque en pequeña medida a ese propósito». (*V)

La preocupación de Zavala, era la de sus pares en la Comisión.
El interés por el desarrollo de la obra de autores nacionales no era un signo – por cierto – de un nacionalismo exagerado, ni de condescendencia paternalista. 
Conscientes de la responsabilidad que en ellos recaía y críticos con los resultados alcanzados en la primera temporada que fue brevísima en el tiempo -octubre a diciembre- pero rica en títulos- estrenaron once títulos todos de autor nacional – al proyectar y estudiar la programación para la temporada 1948, se entendió que el repertorio no sólo debía basarse en obras de autor nacional sino en el repertorio universal, por lo cual era necesario fortalecer el elenco estable con primeras figuras de prestigio rioplatense y directores reconocidos méritos y trayectoria.
En ese sentido se consultó a destacados directores teatrales -Antonio Cunill Cabanellas, Esteban Serrador, Margarita XirguArmando Discépolo, Enrique Gustavino, y a prestigiosos actores argentinos, además de populares y queridos en nuestro medio como Enrique Serrano y Santiago Gómez Cou, que tendrían en diferente medida una larga vinculación con la Comedia Nacional.
La Comisión consideró que estas posibles contrataciones afianzarían el desempeño de un elenco que más allá de reconocerse la seriedad con que encaraba el trabajo necesitaba del aprendizaje al lado de figuras de probado profesionalismo; a la vez que se consideraba lo que ganarían los espectáculos desde el punto de vista artístico. 
La calidad artística, fue sin duda una preocupación primordial. 
En los primeros meses del año 1948, Zavala Muniz, expresaba la necesidad de la creación de una Escuela de Arte Dramático «... fijándonos de una buena vez en la contratación de un gran Director y de tal manera que la Comedia Nacional sea la demanda y la Escuela la oferta». (*VI)
Parece casi innecesario volver a señalar que fue la Sra. Margarita Xirgu, quien desde el ya lejano 1949, formó las primeras camadas de egresados de la Escuela, no sólo como Directora de la misma, sino también como Directora estable y actriz notable del elenco.


EL ELENCO FUNDADOR (ver nota aparte)

El primer elenco de la Comedia lo integraron actores y actrices que provenían de elencos profesionales, vocacionales o del radioteatro:
Flor de María Bonino, Carmen Casnell, Martha Castellanos, Zelmira Daguerre, Mora Galián, Cotina Jiménez, Mary Marchissio, Rosita Miranda, Blanca Stiger, Elsa Ubal, Adelina Valdéz, Rómulo Boni, Alberto Candeau, Héctor Cuore, José O. Fernández, Enrique Guarnero, Guzmán Martínez Mieres, Carlos Muñoz, Miguel Moya, Ramón Otero, Horacio Preve, Constante Scartaccini.
Director: Carlos Calderón de la Barca.
Apuntador: José Mara
Traspunte: Reynaldo Piccardo. (*VII)


EL DEBUT

El 2 de octubre de 1947, la Comedia Nacional presentaba en el Teatro Solís, colmado de público y expectativas El león ciego (ver nota aparte), del autor uruguayo Ernesto Herrera.
Don Emilio Frugoni, en ese entonces Presidente del Círculo de la Prensa, en nombre de la Casa del Teatro del Uruguay, señalaba en el discurso previo a la función «Es necesario que cada pueblo cante con la propia voz que tenga. La Comedia Nacional surge para hacernos oír esa voz, no dejando de ser nacional si acoge, en su seno también como se propone, a los altos valores del extranjero».


LAS OBRAS DE LA TEMPORADA 1947 (ver nota aparte)

El león ciego, de Ernesto Herrera (ver nota aparte)
Juan Felipe, de Julián García.
Tacos Torcidos, de Isidro Sagües.
Tres lunas de miel en avión, de Armengol P. Font.
Mano Santa, de Florencio Sánchez. (ver nota aparte)
Puertas Adentro, de Florencio Sánchez. (ver nota aparte)
La Mancha, de Ramón Álvarez.
El hombre natural, de Carlos María Princivalle.
Maestra rural, de Horacio Sánchez Roge.
Un buen negocio, de Florencio Sánchez. (ver nota aparte)
Los curdas, de Florencio Sánchez. (ver nota aparte)

Sobre lo que debía ser el trabajo de la Comisión señalaba Zavala Muniz «... integramos un organismo de gran responsabilidad en el cual no sólo debe crearse algo, sino, lo que es más importante, debe servirse a la República a entera satisfacción de quienes en nosotros confían. (...) En el arte, no existe la materialización que existe en cualquier obra pública. Es necesario que la obra se concrete; es necesario que la opinión pública se convenza de que no es todo un narcisismo intelectual sino una verdadera realidad». (*VIII)

Por ello, merece destacarse que la Comedia no sólo presentó estas obras en Montevideo, sino que entre el 6 y el 26 de diciembre del ‘47, se presentaron siete obras en veintisiete representaciones en las ciudades de Artigas, Salto, Paysandú, Mercedes, Fray Bentos, Carmelo y Florida.
En más de una oportunidad se hicieron funciones en vermouth y noche, presentando en cada función una obra distinta.
La Comedia Nacional, técnicamente dependiente del Gobierno Municipal de Montevideo, como reiteradamente se señaló en el momento de su creación, cuestionando el nombre de «Nacional», se hizo nacional en virtud del interés de quienes la dirigían, cumpliendo así con el objetivo de servir a la República a entera satisfacción.

Probablemente, pueda cuestionarse la selección de los primeros títulos, su calidad desde el punto de vista teatral, la calidad de interpretación de un elenco recién formado, que naturalmente no tenía la madurez que posteriormente adquirió, con la experiencia y los años de trabajo en equipo. Lo que parece incuestionable es la vocación y el compromiso de todos los que fueron sus fundadores.

Así, a título de breve balance – en programas de 1956, sexta temporada de la Comedia- se señalaban iniciativas fijadas y los logros alcanzados.

  • Creación de la Comedia Nacional, de la Escuela Municipal de Arte Dramático, del Museo y Biblioteca del Teatro, de la Escuela Municipal de Música.
  • Reorganización de la Sala Verdi.
  • Estímulo a los autores nacionales a través de su inclusión en los repertorios de la Comedia desde 1947 y entre ellos, la obra premiada anualmente por el Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social
  • Concursos de Cuadros Experimentales de Arte Dramático, como estímulo a su labor.
  • Contribución permanente a las Casas del Teatro del Uruguay y la Argentina.
  • Participación de los actores en la recaudación de los espectáculos ofrecidos en Montevideo. Esta participación era del 7.5 % de la recaudación bruta, y se abonaba a los actores al final de cada una de las dos etapas de la temporada.
  • Descanso semanal para los actores.
  • Giras de la Comedia Nacional por el interior del país.
  • Funciones semanales a precios populares de todas las compañías nacionales y extranjeras, que actuaran en el Teatro Solís y Sala Verdi.
  • Reparto de localidades para los espectáculos de la Comedia a estudiantes y obreros.
  • Conciertos gratuitos de la Banda Municipal en el Teatro Solís, Parque Rodó y barrios de Montevideo.
  • Trasmisión de espectáculos a través de la Radio Oficial, Radio Ariel y Radio Montevideo.

Era en cierta manera, una forma de acercase y rendir cuentas al público, destinatario final del trabajo iniciado en 1947.

 

NOTAS

(*I) Serra, Oscar, Así empezó la historia. En 50 años Comedia Nacional, IMM, Departamento de Cultura, Montevideo,1997, p.14 y sgte.




(*II) Abbondanza, Jorge, Esto ante todo, en 50 años Comedia Nacional, IMM, Departamento de Cultura, Montevideo, 1977, p.17



(*III) Zavala Muniz, Justino, Comisión de Teatros Municipales, Libro 1, Acta 9 del 31de marzo 1948.



(*IV) Segunda Comisión T. Municipales 1957-59, integrada por: Luis Hierro Gambardella, Presidente, Andrés Percivale, Vice Presidente, Ulises Pivel Devoto, Secretario, Juan Carlos Onetti y Juan C. López Gutiérrez, Vocales.



(*V) Zavala Muniz, Justino, Comisión de Teatros Municipales, Libro 11, Acta 248 del 9 de enero 1958.



(*VI) Comisión de Teatros Municipales, Libro 1, Acta 9 del 31 de marzo 1948.



(*VII) Vanrell Delgado, Juan María, La Historia de la Comedia Nacional, IMM, 1987, p. 20 y 21



(*VIII) Comisión de Teatros Municipales, Libro 1, Acta 9 del 31 de marzo 1948.

 

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