Asi que pasen cinco años

de Federico García Lorca. Dirección Eduardo Schinca.

Estreno: 19 de setiembre de 1998. Teatro El Galpón

"Así que pasen cinco años", tal como se conoce ahora, lleva el subtítulo de "Leyenda del tiempo en tres actos y cinco cuadros". Esa caracterización se refiere seguramente al aspecto de la fábula, al clima de ilogismo y ensueño de la obra, así como al distanciamiento, subrayado por la correspondencia entre el primer y último cuadro que pone como en entredicho la aparente apertura del joven vestido de azul y blanco. Pero al evocarla delante de los periodistas, Lorca varias veces definió la obra como "misterio del tiempo". La palabra "leyenda" sirve como advertencia al público que va a leer o presenciar "Así que pasen cinco años", alejándolo de la postura realista que ofuscaría desde el principio su comprensión de la obra. "Misterio" se refiere a la forma y estructura dramáticas, y es en todo caso una manera de definir el enfoque y la intención expositiva del autor.
"Leyenda del tiempo" es un subtítulo que aclara la idea interior de "Así que pasen cinco años". Al comienzo del acto tercero el misterioso Arlequín recita, alternando dos caretas de signo contrario, una canción que se emparenta con la de Julieta en "El público". En ambos poemas, el entrelazado sueño y tiempo es parte esencial del todo que los contiene: la vida del hombre. Fuera de esa transitoria realidad, tiempo y sueño carecen de existencia propia. Tras la tenue brisa que es la vida del hombre, sólo queda el silencio, un silencio infinito.