La memoria en donde ardía

Estreno:  28 de agosto de 1997. Sala Zavala Muniz

William Henry Hudson

Nació en Quilmes, provincia de Buenos Aires, el 4 de agosto de 1841, de padres norteamericanos. Si bien fue educado, junto con sus hermanos, por preceptores de origen británico, compartió desde muy niño con sus vecinos criollos, las variadas experiencias del hombre de la Pampa, desde el cuidado del ganado hasta la dimensión mágica del cuento campero al lado del fogón.

Su pasión por la naturaleza se despertó en él muy pronto y lo llevó a desarrollar un formidable poder de observación que dedicó, especialmente, a los pájaros.

Una enfermedad infecciosa afectó su corazón a la edad de dieciseis años y un pronóstico de fatal desenlace lo dañó más severamente, aún. Sin embargo, y a pesar de los reiterados embates de la enfermedad a lo lardo de los años, el vigor de su organismo y su amor a la vida, le permitieron una larguísima y activa sobrevivencia: recorrió a pie o a caballo la Argentina hasta la Patagonia, el Uruguay de findes d ela década del sesenta, y más tarde, a pie, en bicicleta o en tren, el sur de Inglaterra hasta Land´s End en Cornualles.

A los treinta y tres años, este naturalista aficionado pero riguroso, futuro poeta del paisaje pampeano, abandonó la Argentina, dejó su pampa,antes salvaje, ahora ya, roturada y sembrada por el inmigrante y pasó a radicarse en Londres. ¿Por qué? Sigue siendo una incógnita.

Allí, aquel hombre pobre, solitario, distinto, comenzó a escribir- en inglés- sobre el mundo colorido y palpitante que había dejado y al cual nunca regresaría.

Hudson murió en Londres, el 18 de agosto de 1922, reconocido, admirado pero solo y escribiendo hasta el final.

La lista de los títulos de su autoría es extensa. En esta obra ponemos en boca del personaje Hudson, algunas frases o pasajes de: "El libro de un naturalista", "Aventura entre pájaros", "Allá lejos y hace tiempo", "La tierra purpúrea". El kakuy aparece en "Marta Riquelme" y la canción de cuna, pertenece al mismo Hudson.

La autora quiere dejar constancia de su agradecimiento a los compañeros del Taller de Escritura Dramática y a su director, Sr. Luis Masci.

"El está en Trapalanda, aquel lugar místico, al cual los indios del gran mar de pasto, la Pampa, esperaban ir. El debe estar allá, porque allá el pasto crece, siempre verde y fresco, el agua nunca deja de manar, los cabalos en que montan los espíritus de los indios, nunca se cansan... El debe estar allá porque toda su vida miró amorosamente hacia atrás, las grandes llanuras que lo vieron nacer... El debe estar en Trapalanda".

Roberto Cunninghame- Graham

Elenco: Roberto Jones, Elisa Contreras, Gustavo Antunez, Pepe Vazquez, Maria Clara Vázquez, Cristina Machado

Actores invitados: José María Novo, Nelson E. Viña, Eduardo Graiño.

Escenografía: Osvaldo Reyno

Vestuario: Nelson Mancebo

Música: Fernando Cabrera

Iluminación: Carlos Torres