Idilios

de Tennessee Williams. Dirección Luis Cerminara

Estreno: 31 de marzo de 1996. Sala Verdi

Con el título común de IDILIOS, reunimos tres obras cortas de Tennessee Williams que rozan un mismo tema: el amor, esa palabra...

La soledades del amor oscuro, el "que no osa decir su nombre" ("Hay entre nosotras algo que no se dice y debería decirse", clama Cornelia Scott en la primera obra); las vivencias, los sueñós del amor triste pero redentor ("Hablame, decime algo de lo que pasa detrás de tu... Hace tanto tiempo que no estamos juntos de verdad. Vivimos como dos extraños. Vamos a encontrarnos y quizás no nos perdamos", suplica el hombre d ela segunda obra); la infelicidad, el abandono de los eternos solitarios del amor ("La Naturaleza dice... no estes solo", dice la patrona en la tercera obra, "Lo malo que tiene tomarle cariño a algo, es la posibilidad de perderlo", reflexiona el viejo, para luego culminar con "No permita que se separe de Ud. Por que mientras estén juntos, ningunas de las fuerzas del mal en la tierra podrá destruirlos").

Y así, fuimos armando este mosaico vivencial, fuimos probando estos cuartos que se vacían para volverse a llenar, donde diferentes personajes repiten casi la misma ceremonia, el mismo rito, las mismas palabras, idénticos silencios.

Cuando estos personajes desaparecen, sus moradas serán tomadas como por asalto. Otros seres, ingrávidos, desposeídos, vivirán las tristezas repetidas de sus sentimientos, pero teniéndose, uno al otro, uno al otro, hasta el fin.

Tennessee Williams, fiel a si mismo, había manifestado: "Debemos vivir hasta el final con nuestro bagaje de temores y cóleras, de sospechas y vanidades, con nuestros apetitos, los espirituales y los carnales".

Luis Cerminara