El balcón

de Jean Geanet. Dirección Eduardo Schinca

Estreno: 8 de junio de 1985. Teatro Solís

El alma fabulosa y corrosiva del poeta hace maravillas a lo largo de toda la obra. Mina y talandra por la base a las grandes efigies, los ídolos que le fascinan. Los roe hasta que se bambolean pero no desea que se desplomen. Porque goza royéndolas. Y a través de los emblemas y las figuras heráldicas de "El balcón", transforma toda realidad en apariencia, los actos en gestos rígidos y estereotipados, nuestros grandes dignatarios en reflejos intercambiables o en espectros, que se reconocen cara a cara con su muerte. Pero qué es precisamente ese "Balcón", donde las criaturas contingentes y singulares buscan confundirse con las esencias, con los arquetipos, qué otra cosa que un cierto vuelo hacia el cielo abstracto de las alegorías? Los personajes reales se elevan hasta imaginarios héroes a medias mezclados con la abstracción, emblemáticos.

"El Balcón", muestra el mundo cerrado de los que rehusan actuar y optan por el rigor ornamental - aún ilusorio y debido a oropeles sospechosos- de aquellos que renuncian a toda función por la dignidad definitiva, por el modo de ser. En esta casa de ilusiones, el mismo mundo social acaba de irrealizarse. El mundo sólo existe para permitirse un gesto.