El vestidor
de Ronald Harwood. Dirección Carlos Aguilera
Estreno: 23 de noviembre de 1983. Teatro Solís
"Los personajes de "El Vestidor" se basan en una tradición que por más de doscientos años representó al teatro Británico y tuvo imitadores en E.E.U.U., en toda Europa y en otros lugares del mundo: la tradición del actor-empresario.
El actor-empresario financiaba y dirigía una compañía teatral usualmente dedicada al repertorio shakesperiano donde desempeñaba los roles protagónicos. Solo algunos actuaban en Londres, llegando a ser dueños de las salas de teatro, pero su verdadero campo de acción eran las provincias, donde, a la búsqueda de su público, recorrían tanto ciudades como pueblos menos importantes. Estas giras se hacían en condiciones materiales y físicas terribles: viajes interminables en tren, largas horas esperando las conexiones, el fío, etc. Era imprescindible desarrollar una fuerza excepcional y recursos de poder, esenciales para sobrevivir.
Reverenciaban a Shakespeare y tenían una fe inquebrantable en la misión cultural y educativa del teatro, viéndose a sí mismos como servidores del pueblo.
Actualmente no podemos negar que sus obsesiones y su estrecho individualismo nos los hacen sentir ridículos y nos inclinamos a considerarlos megalómanos y bufones. Pero la verdad del asunto es que muchos de ellos fueron extraordinarios y talentosos, hombres que mejoran el arte del actor, protegieron y conservaron un repertorio clásico que admira el mundo entero y crearon una magnífica tradición origen del actual patrimonio teatral inglés.
La obra, sin embargo, se llama "El Vestidor". Ningún actor- empresario sobrevivió nunca por su propio esfuerzo. Públicamente les gustaba proclamar el orgullo de su individualidadd, mientras reconocían en privado su deuda para aquellos que se les consagraban sus vidas. El Vestidor era sus sirviente particular y su confidente. Era el guardián del camerín. Cuidaba que el actor vistiera la ropa exacta, en el momento exacto y le protegía de intromisiones y pedidos. Estas atribuciones le otorgaban frente a la compañía una gran importancia.
El último gran actor-empresario fue Sir Donald Wolfit del cual fui vestidor de 1953 a 1958. Aclamado unánimemente por "Rey Lear", era un actor de gran potencia y sus interpretaciones hicieron época. Durante los ataques aéreos en la Segunda Guerra Mundial, representaba Shakespeare en el Strand Theatre de Londres acompañado por el ruido de las bombas.
El tiempo, mientras tanto, trabajaba en su contra. Nuevos factores económicos y sociales hacían imposible a un solo hombre el mantenimiento de una compañía de Teatro Clásico.
Había llegado la hora de la desaparición del individualista famoso."
Ronald Harwood
Elenco: Armando Halty, Estela Medina, Sonia Repetto, Alberto Candeau, Elisa Contreras,Julio Batista, Levón, Domingo Pistoni, Ricardo Beiro, José Vidal, Omar Giordano, Claudio Solari
Ayudante de dirección: Elisa Contreras
Escenografía: Carlos Carvalho
Vestuario: Nelson Mancebo
Iluminación: Carlos Torres