Una luna para el Bastardo

de Eugene O´Neill. Dirección Jaime Yavitz

Estreno: 1978. Sala Verdi

Los problemas de una puesta en escena son interminables. Pero el texto de "Una luna para el bastardo" nos atrapa de tal modo, nos hace vivir todo con una claridad tan grande, que nos crea la ilusión de haber encontrado su formulación escénica.

Pero esos personajes oscilando entre la esperanza y la desesperación, donde O´Neill volcó sus propios fantasmas y frustraciones, son tan desgarradoramente humanas que encontrar la verdad resulta otra ilusión.

Fue un trabajo apasionante como pocos la búsqueda de los climas, tiempos, tonos. De esa luna que despoja a los personajes de sus máscaras, así como penetra la fachada de la casa y los expone en su doloroso "ser". Es en esa búsqueda, que vemos la autoflagelación de O´Neill, de su alma atormentada.

Una luna para el bastardo es una obra para siempre trabajar y nunca terminar.