Pedro de Urdamalas
de Don Miguel de Cervantes Saavedra. Dirección Margarita Xirgú
Estreno: abril de 1967. Teatro Solís
Sobre Pedro de Urdamalas
Pedro, en su lucha por la vida, se vale por todos los medios, mas ó menos dignos, como un verdadero pícaro, pero en todo pone un cierto sello de nobleza, o, cuando menos, de simpatía. Le vemos disfrazado de falso ciego, de ánima en pena, de gitano o de actor, pero siempre aspirando a ser algo grande, conforme a una profesía que oyó de mozo. Por eso se aquieta en su último oficio: el de actor de teatro, ya que ahí, en un mundo de ilusiones, podrá ser a la vez duque, príncipe, papa o rey:
que el oficio de farsante
todos estados abarca.
Cervantes ha intuído un poco prepirendellianamente este orden de ilusión del gran mundo del Teatro, concepto inverso al del gran teatro del mundo tradicional y calderoniano.
Las escenas de los ensayos de comedias ante el público, con el autor con sus papeles y dos actores, hacen pensar en una forma del teatro dentro del teatro, así como en las palabras finales de la obra, que suscitan una vez más el recuerdo anunciante de Pirandello.
Pedro de Urdamalas, que viene a ser un Proteo de la picaresca en acción, destaca como figura central en una rica galería de tipos, llenos de vida e individualidad, como en los mejores casos de la novela cervantina. Así Martín Crespo, el alcalde grotesco, episódico; o los personajes constantemente unidos a la acción, como Maldonado, "conde de gitanos", o Belica, figura fina y un tanto fría de alma, que acaba con la nota de ingratitud. Parte de la comedia se asemeja a la novela de "La gitanilla". Cuando, al final de la obra, Belica ha llegado a elevarse al rango de la corte, al descubrirse su origen al mundo de la ilusión de un teatro, el pícaro travieso reconoce ante ella con humildad y un dejo de amargura:
Tu presunción y la mía
han llegado a conclusión:
la mía, solo en ficción;
la tuya, como debía.
Al acabarse la obra anunciándose la representación de otra comedia, en feliz intuición de modernidad, Cervantes no olvida su sátira a los tópicos repetidos en la dramática de la escuela de Lope:
Y verán que no se acaba en casamiento,
cosa común y vista cien mil veces;
ni que parió la dama esta jornada
y en otra tiene el niño ya sus barbas,
y es valiente y feroz, y mata y hiende,
y venga de sus padres cierta injuria,
y al fin viene a ser rey de un cierto reino
que no hay cosmografía que lo muestre.
Angel Valbuena Prat
Elenco: Enrique Guarnero, Elena Zuasti, Marina Sauchenco, Alberto Candeau, Mario Palisca, Omar Giordano, García Barca, Eduardo Schinca, Jorge Triador, Nelly Antúnez, Estela Medina, Susana Bres, Maruja Santullo, Enrique Martínez Pazos, Estela Castro, Horacio Preve, Alberto Mena, Ricardo Márquez, Juan González, Alexis Castillo, Ruben Tobías, Marta Albertini. Alfredo González, Francisco Murell, Lalo Gómez, Alberto Rowinsky, Arturo Cabal, Ana Manzini, Teresa Iturria, Kenya Ware, Lylian Zacagnino, Graciela Irrazabal, Liropeya Romero, Ruben Rodríguez, Braulio Rodríguez, Raul Baldomir, Roberto Alladi, Julio César García, Eduardo Barbieri.
Escenografía: Carlos Carvalho
Iluminación: Ruben Yañez
Música en escena del Maestro Pedro Ipuche Riva ejecutada por la Orquesta Sinfónica Municipal bajo la dirección del Maestro Héctor Gutierrez.