Algunas obras de Jacobo Langsner

19/02/2016 | Breve noticia sobre el autor. La producción teatral de Langsner, sus obras en la Comedia Nacional. La opinión de la crítica.

Nacido Rumania en 1927, su familia emigró al Uruguay en 1930, en 1952 obtuvo carta de ciudadanía uruguaya.

Su vida adulta se desarrollaró entre el Uruguay y la Argentina. 
En 1975 la situación política de ambos países lo obligaron a emigrar a España, radicándose en Madrid hasta 1982.
En esos años escribió varios libretos para el cine y la televisión. 
De regreso al Río de la Plata siguió trabajando en libretos cinematográficos, de los cuales se filmaron Darse cuenta, Malayunta, Sofía, De mi barrio con amor, Besos en la frente y Esperando la carroza. Esta última es de sus obras la que ha llegado a mayor cantidad de público, tanto en su versión cinematográfica como teatral.
Para la televisión argentina escribió Obras maestras del terror, Alta comedia, Alguien como usted, Contracara, Atreverse.
Ha recibido el Premio Argentores y Críticos Cinematográficos por Darse Cuenta y Esperando la Carroza, y los Premios APTRA y Argentores por Atreverse.
Langsner vive actualmente en Buenos Aires.


LA OBRA DE LANGSNER
De su extensa producción teatral la Comedia Nacional ha puesto en escena las siguientes obras:

 

1962

Esperando la carroza, dirección Sergio Otermin, Sala Verdi.
 
1973Un agujero en la pared, dirección Sergio Otermin, Teatro Solís
 
1981La planta, dirección Carlos Aguilera, Sala Verdi
 
1996La máquina rota, dirección Jaime Yavitz, Sala Zavala Muniz
 
2004Damas y caballeros, dirección Jaime Yavitz, Teatro Stella y Sala Verdi.
 


La obra de Langsner se presentó inicialmente al público uruguayo a través de elencos del teatro independiente.
A principios de los '50, la primera de sus obras presentada en Montevideo fue El hombre incompleto por la Compañía de Mecha Bustos en la Sala Verdi.

Doce largos años se debió esperar para que el autor fuese representado por la Comedia Nacional.
Esperando la carroza (*I) dirigida por Sergio Otermin se estrenó el 12 de octubre de '62 en la Sala Verdi. La obra, por su contenido desató un fuerte rechazo de algunos críticos teatrales en tanto otros le daban la bienvenida. 
Desde su columna en Marcha, Mario Trajtenberg, con cierto tono socarrón, señalaba la "ira" con que algunos de sus colegas se referían a la obra; si no era ira, eran sí excesos.

La crítica de El Día no dejaba dudas sobre ello "Increíble vulgaridad en la obra de Jacobo Langsner que estrenó la Comedia Nacional". (*II)
Quién escribía el artículo, vio esta obra como un "... disparate irrespetuoso, de colorido poco legítimo, que lleva su crítica boccaciesca de la clase media uruguaya, base de nuestra sociedad y de nuestro país a un grado de equivocación integral". (*III) Señalando además en tono de indignación que la obra que según su criterio violentaba valores y el buen juicio de los uruguayos se ponía, evidentemente, en escena con el aval de la Comisión de Teatros Municipales. 
"...Tres detonantes actos, que parecen que duran diez años y bajo la embozada apariencia del grotesco teatral, el autor abomina de las familias cristianas uruguayas, del culto tradicional que nuestra población rinde a sus muertos, y de otros sentimientos no menos arraigados"(*IV)

Otra fue sin duda la visión de Trajtenberg, que la calificó como "... una farsa robusta y divertida como hace mucho no se ve (en) una obra nacional". (*V) Si bien reconocía el riesgo asumido por el autor al tratar con un humor calificado de "macabro" (*VI) el tema de la muerte.
En su artículo destacaba la dirección de Otermin, en la que con solidez profesional lograba del elenco un muy respetable trabajo y los necesarios "... tonos chillones, movimientos picoteantes y un desapacible revoloteo: el ambiente de corral que se crea no es inapropiado, ni lo son las gruesas macchietas que hacen algunos intérpretes". 
En vista de algunas opiniones de la crítica, y del poco entusiasmo que el público demostró el día del estreno en que sólo se vendieron ciento treinta y cinco localidades (*VII), el crítico de Marcha recomendaba la obra intentando desactivar la campaña furibunda que otros medios de prensa hacían sobre ella y su autor, señalando que "... la obra no tiene una verdad última que la respalde, pero es digno de la Comedia Nacional este ejercicio de ritmo farsesco basado en una tradición vigorosa y completamente nacional". (*VIII)
Por su parte, Gerardo Fernández -en un extenso y muy interesante análisis de la producción teatral de Langsner- se refería a esta -que consideró "una obra menor"- como una "comedia de costumbres de humor negrísimo" (*IX) a la vez que recogía el dato de la polémica que generó en el momento de su estreno.
El público ciertamente no acompañó al autor, para las veintisiete funciones ofrecidas entre el 12 de octubre y el 4 de noviembre, se vendieron solamente dos mil cuatro localidades. (*X)
Gerardo Fernández señalaría años más tarde -en cierta medida reviendo su juicio inicial- que la obra había sido mal valorada en el momento de su estreno por la Comedia.
Puede suponerse, que el fracaso de 1962 se debió a la falta de familiaridad del público con la obra del autor y al efecto producido por la crítica en los medios de prensa de mayor circulación. 
Su reposición en 1974 en el Teatro Circular con dirección de Jorge Curi se convirtió en un verdadero éxito teatral, permaneciendo en cartel durante siete años con una asistencia de público prácticamente sin precedentes. La crítica especializada lo consideró un hecho realmente excepcional.


LA CONSAGRACIÓN DEL AUTOR

Antonio Larreta en el año '50 hablaba de la consagración de Langsner al publicarse La rebelión de Galatea. Ángel Rama lo ratificaba en el '70 con el estreno de El Tobogán.
Gerardo Fernández (*XI) en el 73 se refería a la consagración del autor con la segunda de las obras que hacía la Comedia Nacional, Un agujero en la pared.
Hasta ese año se habían conocido en Montevideo nueve de sus obras a través de la puesta en escena y dos por la publicación del texto. Sin embargo, la producción del autor era mucho más amplia. 
Fernández cita los siguientes títulos: Lento retorno, Fruta verde, Los prisioneros, La manzana, La lección del maestro (luego convertida en Un inocente adulterio), Un dios por 7.000 libras, Medio Mundo, Tiempos de oro, La señora y sus pichones, La vuelta a la verdad en ochenta pesadillas, una adaptación musical de Locos de Verano de Gregorio de Laferrere, El leoncito domador, una pieza para niños y El terremoto.

Una primera etapa de la obra de Langsner (1951-1952) incluye El hombre incompleto, La rebelión de Galatea, Los ridículos El juego de Ifigenia �...en esas obras de juventud (...) planean como temas recurrentes la angustia, la predestinación y la falta esencial de libertad del ser humano al tiempo que resuenan ?con un toque de esnobismo que el propio Langsner se encargó de endilgarles años después pero que en su momento nadie se atrevió a acusarlas- los ecos del existencialismo europeo, mientras se evocan las experiencias del expresionismo y se pueden establecer parentescos con Pirandello�.(*XII)

Cuando en 1953, el Club de Teatro estrenó Los artistas con la dirección de José Estruch, es que Langsner logró �salir de sí mismo y del círculo ansioso en que se movían sus personajes (...) y llevado por una preocupación más ampliamente humana colocar su teatro en un plano social�.(*XIII)
Con esta obra el autor le da al espectador la posibilidad de hacer una lectura literal y otra donde lo anecdótico permite traslucir situaciones de la vida política y social uruguaya.
Esa doble lectura se verá también en obras como El Tobogán, La gotera y El terremoto.
Es en la primera de éstas, donde el costumbrismo es una excusa para denunciar el deterioro de la sociedad uruguaya, que la dirección de Omar Grasso pone de manifiesto �... abuelo, padres, tíos, hijos no eran sólo tales sino también y de modo quizá primordial, diagnosis de un país todo y de las actitudes que frente a su total descaecimiento adoptan los distintos estratos generacionales�.(*XIV)
Ángel Rama a propósito del inmediato estreno de El Tobogán (*XV) señalaba que ese año sería en la historia del teatro nacional el año de Langsner, �... ingreso del autor a una madurez creadora que lo define como una de las figuras centrales de nuestra dramaturgia. Tal constancia ya la habían tenido algunos, pocos, avisados espectadores de Esperando la carroza al percibir la velocidad envolvente y rítmica del dialogado (...) el perfilado y ácido de los personajes (...) la desoladora y cruel cosmovisión que genera el humor negro...� (*XVI)
Esa madurez la advertía Rama en el estudio que Langsner hacía de �lo inmediato y concreto de nuestras vidas (...) a la obsesiva investigación de ese círculo mágico sobre el que reposa nuestra sociedad: la familia. Desde hace muchos años Langsner interroga ese mito mayor osando tratarlo con irreverencia: piénsese en Esperando la carroza y en la reacción del público�(*XVII)
El Tobogán puede ser como Esperando... más de lo mismo: una visión crítica y amarga de una familia uruguaya de clase media en donde el texto revela una situación de deterioro entre sus integrantes, asimilable a la situación por la que atravesaba el país de esos años.
En una entrevista realizada por Hugo Achúgar que giraba en torno a la situación del país y los paralelismos que de éste se podían ver en El Tobogán, Langsner señalaba �Cuando algún crítico me enrostra la facilidad que tengo para hacer la denuncia desde Buenos Aires, no: la hice acá. Es una obra uruguaya, la hice acá, nació acá, porque realmente me sentía ahogado, me sentía ahogado con todos los uruguayos, en ese momento. (...) Empecé a naufragar y me tuve que ir. Como le sucede a la mayoría de los uruguayos�(*XVIII)

En Un agujero en la pared -estrenada en Montevideo en 1973- el autor no buscó como en las tres anteriores, reflejar preocupaciones de orden político o social, se trata una historia de amor, en la que se encuentran y desencuentran el joven amante a quien Langsner le hace decir de sí mismo ser un hombre �lleno de defectos. Tímido, inseguro...� y una mujer -treinta años mayor- que Gerardo Fernández definió como un �...personaje polifacético y contradictorio, posesivo y chispeante, envolvente, egoísta y egocéntrico, mezcla monstruosa y fascinadora de niña y anciana que es Mercedes Arévalo, una de las criaturas dramáticamente más ricas y atractivas que haya creado -o recreado poco importa- un escritor rioplatense�. (*XIX)
En esta obra presentada por la Comedia Nacional, además de consagrarse definitivamente el autor, se consolidan otros valores -el de Sergio Otermin como director-, que benefició enormemente la obra acortando su extensión, imprimiéndole �mayor expresividad y significación� a algunas situaciones originalmente más largas.
El director �... no se agota en la marcación de la protagonista. Con idéntico celo se preocupa por lo demás personajes (...) Juan Jones, perfecto en su azoramiento de joven provinciano inexperiente, Claudio Solari una inefable viñeta de escritor frustrado y homosexual, sutil y rica en inflexiones de miradas y pequeños gestos significativos. �
�Susana Bres se sobra en encanto y desenvoltura para el personaje de la nieta. Nelly Weissel en sólida autoridad para el personaje de la hija y Martínez Pazos en adecuada rudeza para el dueño del hotel. Queda aún la revelación de un pequeño talento en ciernes en Cecilia Baranda, alumna de la EMAD (...) que resuelve con total corrección una sirvientita que termina conociendo las reglas del juego�. 
(*XX) 
Es con esta segunda obra de Langsner en que Santullo se consagraba como actriz.
Lo subrayaba el crítico diciendo que para Maruja Santullo, Otermin es su director y para éste, ella, su actriz.
El trabajo del director y del elenco en general no le dejan dudas al crítico, pero el pilar es Maruja Santullo en su papel de Mercedes Arévalo �en un trabajo cálido, seductor, persuasivo su 'vieja dama indigna', mantiene aún en los momentos más riesgosos, una compostura de gran señora y un encanto pícaro y sobrador que la actriz no había ejercitado hasta hoy con tanta felicidad�(*XXI)

�A cada cuál su propio infierno� así definía Jorge Abbondanza una nueva obra -La Planta- que ofrecía la Comedia.
Por fuera un conflicto matrimonial, pero como en otras obras, el conflicto inicial permite ir más allá y descubrir en cuatro personajes la ausencia de afectos, el deterioro de una relación que más allá de los aspectos formales ha dejado de ser un matrimonio y que los años de convivencia han convertido en una �cadena perpetua� a la que ellos mismos, o la rutina de lo cotidiano, se han o se les ha impuesto. 
Abbondanza destacaba el clima sofocante producido por los diálogos y por el trabajo de iluminación logrado por Carlos Torres.
En escena sólo existían dos fuentes de luz: la de un televisor siempre encendido que podía verse como un signo de enajenación y la de una única ventana no siempre abierta, como un símbolo de la negación de los personajes a abandonar ese encierro sofocante en el que se desarrollan, o mejor, se deterioran sus vidas. 
El clima denso de la obra, lo supo marcar la dirección de Carlos Aguilera �... en un elenco donde Gloria Demassi aporta como visitante inesperada su actitud de alarma ante el infierno que descubre en esa casa (...) Nelly Weissel comienza con excesiva levedad para el papel aturdido y vulgar de la madre, pero se prende luego en otra altura de intensidad a los gestos secos, la actitud endurecida y las réplicas cortantes de una discusión con su yerno (...) Armando Halty sabe empinarse desde las provocaciones de humor de las primeras escenas y la acidez de su malestar, trepando hacia el terror, el gesto petrificado y la mirada de espanto con que cae en una trampa en (las) instancias finales�.
Abbondanza consideró que en algún momento se caía en excesos, pero eran éstos precisamente los que permitieron crear el clima de la obra.
Un trabajo excepcional de Estela Medina, en el que la actriz reveló ser �...instrumento de admirable docilidad en manos de un buen director de intérpretes, pero aquí agrega una dimensión mayor para traslucir la derrota interior del personaje��...Su magnitud debe entenderse como el resultado de tres cosas: la riqueza con que el dramaturgo trazo esa figura, el rigor con que el director al vuelca en escena y la portentosa disponibilidad de recursos de quién la tiene a su cargo�(*XXII)
La Planta es otro ejemplo de la agudeza y la sensibilidad con que Langsner es capaz de desentrañar las complejidades de las relaciones humanas y las circunstancias que las rodean.

Al filo de sus 50 años, la Comedia presentó La máquina rota (*XXIII), �... un grupo de seres apagados, nostálgicos, declinantes, para los cuales la vida se atascó igual que esa máquina de tejer, pero el cuadro trasluce valores y perfiles menos casuales: delata ( como tantos otros ejercicios de naturalismo o de sátira en Langsner) el despotismo, la mezquindad; la intolerancia, la torpeza moral o la voracidad que son espejos de un mundo real donde el espíritu también se desgasta bajo esas presiones�.
�...igual que en el purgatorio propuesto por algunos contemporáneos como Sartre, Albee o Bergman ? una interrogante esencial sobre la suerte de los hombres en este mundo, su naturaleza mortificada, la posibilidad de que su dignidad se mantenga a flote, la incierta batalla entre los sueños que lo auxilian y la degradación que lo acecha: la guerra que entabla todo impulso de libertad a lo largo del empedrado camino que lo posterga�.
 (*XXIV)

En Damas y Caballeros estrenada el 28 de mayo del 2004, Langsner trata temas que sufre la sociedad de nuestros tiempos, la intolerancia, la corrupción y el discurso moral, que no viven por cierto, algunos de los que lo proclaman.
Jaime Yavitz, director de la obra, señala �con el humor, Langsner logra decir cosas muy profundas, que de otra manera no habría podido expresar con tanta fuerza�. (*XXV)

Excepto Un agujero en la pared, y en cierta medida en esta también, sus obras reflejan una visión trágica de la existencia.
Cambian las situaciones, pero el tema donde pone atención, el énfasis de lo que busca denunciar es el mismo.
Langsner ha señalado �el punto esencial de lo que escribo se apoya, principalmente, en la hipocresía de la clase media a la que pertenezco�(*XXVI)

 

 

 

 

NOTAS

(*I) Elenco : Sergio /Dumas Lerena, Elvira/ Elena Zuasti, Matilde /Toli Baliosián, Jorge/Wagner Mautone, Susana /Mery Greppi, Antonio /Sancho Gracia, Nora /Nelly Antúnez, Emilia /Maruja Santullo/, Doña Gertrudis /Leila López, Don Genaro /Lalo Gómez, Doña Elisa /Carmen Casnell, Jovencita /Teresa Cabrera, Tío Felipe /Adhemar Rubbo, Tía /Ana Ma. Palumbo, Mamá Cora/Blanca Abirad, Señora sorda /Dina Galdós, Hija arrepentida Mabel Rondán, Empleado florería Mario Morgan), Camilleros 1 y 2 /César Seoane y Walter Cedrés, Asistentes al velorio /Ana Manzini, Imilce Viñas, Betty de los Santos, Luis A. Fernández.



(*II) El Día, sin firma, 14.10.1962



(*III) Id.



(*IV) Id.



(*V) Marcha, Trajtenberg, Mario,Nº.1129, Convenciones y contravenciones, 25.10.1962.


(*VI) Id.



(*VII) Libro de Bordereaux, Sala Verdi, 1962



(*VIII) Marcha, Trajtenberg, Mario, artículo citado.



(*IX) Marcha, Fernández, Gerardo, Nº.1662, 30.11.1973, Los hijos de Sánchez, p.27



(*X) Libro de Bordereaux, Sala Verdi, 1962



(*XI) Marcha, Fernández, Gerardo, artículo citado.



(*XII) Ib.



(*XIII) Ib.



(*XIV) Ib.



(*XV) Estreno 29.7.1970, Teatro Odeón, Elenco: Concepción Zorrilla, Leonor Alvarez, Marta Bórbida, Juan Manuel Tenuta, Juan Carlos Carrasco, González Santurio, Alberto Mena (de la Comedia Nacional) y Camilo Bentancur. Dirección Omar Grasso, escenografía Osvaldo Reyno, música Dary Retamoso, vestuario Guma Zorrilla.



(*XVI) Marcha, Rama, Angel, Nº 1501, Un año Langsner, 23. 7.1970, p. 2




(*XVII) Ib.



(*XVIII) Marcha, Achúgar, Hugo, Langsner o el profeta en su tierra, 14.8.1970, p.24 y 25.



(*XIX) Marcha, Fernández, Gerardo, artículo citado



(*XX) Ib.



(*XXI) Ib.



(*XXII) El País, Abbondanza, Jorge, A cada cual su propio infierno, 23.9.1981, p.17



(*XXIII) Dirección: Jaime Yavitz, Elenco: Adela/ Isabel Legarra, Víctor/ Armando Halty, Lola/ Marina Sauchenco, Norma/ Adrea Devidovics, Maruja/ Gloria Demassi, Agueda/ Graciela Escuder, Francisco/ Miguel Pinto.
Escenografía Claudio Goeckler, Vestuario Laura Lockhart, Iluminación Carlos Torres, Peluquería Heber Vera, Traspunte y apuntadora Virginia Cepellini, Sonido Fernando Pareja, Carátula de programa Miguel Güida



(*XXIV) Programa de La máquina rota, Comedia Nacional, Temporada Oficial L, 1996
Dirección: Jaime Yavitz, Elenco: Gloria Demassi/ Amanda, Oscar Serra/ Bruno, Daniel Spinno Lara/ Beatriz, Cristina Machado/ Aída, Bettina Mondino/ Andrea, Duilio Borch/ Atilio y Federico Galemire/ Julián.
Espacio escénico, Beatriz Arteaga, Ambientación Ramón Mérica, Vestuario, Hugo Millán, Iluminación Miguel Güida, Música original y efectos sonoros Popo Romano y Germán Cabillón, Maquillaje Daniel De Muro, Asesor coreográfico Nacho Cardozo, Pelucas L?Equipe, Peluquería Enrique Coiffeur, Traspunte Alejandro Rey, Apuntador, Sonidista Beatriz Nicolini



(*XXV) Programa de Damas y Caballeros, Comedia Nacional, Temporada Oficial LVIII, 2004.



(*XXVI) Id.

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