Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín ___ La Zapatera Prodigiosa

de Federico García Lorca. Dirección Eduardo Schinca

Estreno: 20 de mayo de 1972. Sala Verdi

"La zapatera prodigiosa" es una farsa simple, de puro tono clásico, donde se describe un espíritu de mujer, como son todas las mujeres y se hace, al mismo tiempo y de manera tierna, un apólogo de alma humana.

Así, pues, la Zapaterita es un tipo y un arquetipo a la vez; es una criatura primaria y es un mito de nuestra pura ilusión insatisfecha.

Era el verano de 1926. Yo estaba en la ciudad de Granada, rodeado de negras higueras, de espigas, de pequeñas coronitas de agua: era dueño de una caja de alegría, íntimo amigo de las rosas, y quise poner el ejemplo dramático de un modo sencillo, iluminado, con frescos tonos lo que podía tener fantasmas desilusionados.

Las cartas inquietas que recibía de mis amigos de París, en hermosa y amarga lucha con un arte abstracto que me llevaron a componer, por reacción esta fábula casi vulgar con su realidad directa, donde yo quise que fluyera, un invisible hilo de poesía y donde el grito cómico y el humor se levantan, claros y sin trampas, en los primeros términos.

Yo quise expresar en mi "Zapatera", dentro de los límites de la farsa común, sin echar mano a elementos poéticos que estaban a mi alcance, la lucha de la realidad con la fantasía ( entendiendo por fantasía todo lo que es irrealizable) que existe en el fondo de toda criatura.

La zapatera lucha constantemente con ideas y objetos reales porque vive en su mundo propio, donde cada idea y cada objeto tienen un sentido misterioso que ella misma ignora. No ha vivido nunca ni ha tenido novios nunca más que en la otra orilla, donde no puede ni podrá  nunca llegar...

El dato más característico de la Zapaterilla loca es que no tiene más amistad que la de una niña pequeña, compendio de ternura y símbolo de las cosas que están en semilla y tienen todavía muy lejana su voluntad de flor.

El lenguaje es popular, hablado en castellano, pero de vocablos y sintaxis andaluzas, permitiéndome a veces, como cuando predica el zapatero, una leve caricatura cervantina.

Federico García Lorca - 30 de noviembre de 1933

 

El zapatero y la Zapatera, Perlimplín y Belisa se han equivocado de camino. El zapatero se va y vuelve disfrazado. Perlimplín se desdobla y se mata para ser amado. Llega a crear en el espíritu de la heroína, la imagen bajo la cual ella podría amarlo; o quizá a imponerse bajo la imagen que ella cree amar.

Al caer el telón, la vida frustrada pero verdadera, puede empezar para Belisa. Perlimplín ha ganado hasta donde podía ganar. Es lo que sin duda quería decir el poeta en dos frases que parecen hechas para chocar y dominar al futuro espectador: "Don Perlimplín es el hombre menos cornudo del mundo. Su imaginación dormida se despierta con el tremendo engaño de su mujer; pero luego el hace cornudas a todas las mujeres que existen".  Pues ellas toman conciencia gracias a él, de haber sido burladas, de ser siempre burladas por ese personaje incompleto, pero ese "viejo verde", por ese "monigote sin fuerza", o por  ese "adolescente sin rostro" que vivo, no podrá nunca ser al mismo tiempo, el marido y el amante por el que ellas se transformarían en si mismas.

Marie Laffranque

 

Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín
(Aleluya erótica en cuatro cuadros y un prólogo)
Elenco: Dumas Lerena, Nelly Antúnez, Estela Castro, Maruja Santullo, Ana Rosa, Ana Kusina, Carlos Peret, Celia Palacios, Ana Rosa

La Zapatera prodigiosa:
(Farsa violenta en dos actos)
Elenco: García Barca, Estela Medina, Dumas Lerena, Maruja Santullo, Estela Castro, Nelly Antunez, Horacio Preve, Omar Giodano, María Azambuya, Ana Rosa, Claudio Solari, Celia Palacios, Ana Kusina, Catherina de Mucci, Brenda Trillo, Carlos Peret

Escenografías: Carlos Menck Freire

Vestuarios: Domingo Cavallero

Música recopilada y armonizada por: Federico García Lorca

Iluminación: Carlos Torres

Guitarra: Alvaro Pierri o Sergio Bertón

Flauta: Gladys Margounate

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